Comienzan a confirmarse los abandonos en el seno de la Mancomunidad de Municipios de Verín en lo que al deficiente servicio de recogida de basuras se refiere. Sonaban como posibles candidatos a adherirse al que ofrece la Deputación los Concellos de Vilardevós, Oímbra y Castrelo do Val. Y ya se han registrado las primeras bajas.
La Corporación municipal del Concello de Vilardevós aprobó, con los votos favorables del bipartito que conforman el PSdeG e Interior Galego Vivo, abandonar el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos que prestaba el ente mancomunado, por el momento con un contrato en precario al estar vencida la última de las adjudicaciones.
Las deficientes condiciones del servicio que prestaba la adjudicataria, y que el presidente de la Mancomunidad, José Luis Suárez, no fue capaz de mejorar, y el más que previsible aumento de los precios, muy por encima de los que ofrece la Deputación, han pesado en la decisión del grupo de Gobierno que dirige Eva María Pérez Gamote, quien confirmó a esta redacción que los ciudadanos y ciudadanas de Vilardevós no pagarán más de 75 euros anuales -lo establecido como máximo- frente a los 88 que barajaban desde la Mancomunidad verinense: "Ademais de ser un servizo máis caro co que nos ofrece a Deputación, no caso de manternos na mancomunidade, o contrato de prestación sería por un mínimo de 10 anos, cando coa Deputación o convenio é só por un ano. Creo que optar por este segundo sería hipotecarnos cando é evidente que dende Europa chegarán novos requerimentos aos que os Concellos terán que facer fronte en materia de recollida de residuos, que sabemos que coa Deputación estarán máis que garantidos", señaló Pérez Gamote.
La alcaldesa de Vilardevós también aseguró que "non temos ningunha intención de contribuír ao desmantelamento da Mancomunidade, nin moito menos. Só que neste caso a nosa responsabilidade como gobernantes lévanos a optar por o que cremos que é o mellor servizo ao mellor prezo. A lei de residuos e solos contaminados 7/2022 tiña unha moratoria de tres años, que agora remata, e que suporá un maior custe para os veciños. Só buscamos a opción mais favorable ao contribuínte".
Una mancomunidad que se resquebraja
El primero de los ayuntamientos en abandonar uno de los principales servicios de la Mancomunidad fue el Concello de Verín, que optó por una gestión propia al comprobar como el que se prestaba desde el ente que preside José Luis Suárez Martínez comenzaba a renquear en calidad.
Ahora se suma Vilardevós, con las también previsibles bajas de Castrelo do Val -hasta su alcalde, Vicente Gómez acabó dimitiendo como vicepresidente del ente meses atrás por desavenencias con su presidente- y Oímbra.
Quedarán pues solo tres municipios: Laza, Monterrei y Cualedro, que deberán resolver su recogida de residuos de manera mancomunada, lo que seguro elevará muy notablemente el importe del recibo de la basura que pagarán sus administrados.
Un alcalde/funcionario de la Deputación que no confía en sus servicios
Resulta difícil de entender cómo tres municipios populares -Laza, Cualedro y Monterrei- deciden mantener un servicio a sus ciudadanos que resultará mucho más gravoso -al ser únicamente tres los que lo liciten tendrán que ofrecerles jugosas condiciones a las futuras empresas licitadoras para que opten a concursar-, sobre todo cuando uno de sus alcaldes es funcionario de la Deputación de Ourense en su condición de jefe de Recursos Humanos, o lo que es lo mismo, uno de los regidores que decide no contar con los servicios del ente provincial -José Luis Suárez- es el que paga las nóminas de los operarios que recogen la basura en más de 60 municipios de la provincia.
