Como adelantaba este diario, a primera hora de la mañana de este viernes 30 de agosto llegaban los oficios del Juzgado a las diferentes administraciones competentes en la retirada de los animales recluidos en el número 78 de la avenida de Cabreiroá de Verín, en donde residían acuartelados por su propietario, que permanece ingresado en el CHUO ourensano.
Los primeros en personarse fueron dos funcionarios del Centro de Recuperación de la Fauna dependiente de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Pasadas las doce del mediodía, y siempre custodiados por agentes del Seprona de la Guardia Civil, retiraron un total de 17 jilgueros, cuatro ninfas y una agapornis.
Comenzaba así la operación de rescate de más de doscientos animales, de diferentes especies, que habían sido acumulados, tras años, por el titular de la vivienda, un hombre de 67 años que vivía en condiciones totalmente insalubres, no solamente por la presencia de los bichos, sus excrementos y hasta algún que otro cadáver; sino por la cantidad ingente de basura que acumulaba en todas y cada una de las dependencias de la casa de bajo y dos plantas.
Cuatro horas más tarde era un funcionario de la Deputación de Ourense el que se hacía cargo de la retirada de un total de 32 perros, de diferentes razas y tamaños. Estuvo en todo momento auxiliado por José Pérez Parada, "Veves" Gascón y Manuel, los dos primeros vecinos de Rafael y además conocidos animalistas en la villa, durante años responsables de la gestión del colectivo Pro Animales.
En las labores de retirada de los distintos canes también estaban un agente del Seprona y dos de la Policía Local de la villa.
Restan por rescatar más de un centenar de aves, entre las que se encuentra un pavo real. Y también un ejemplar de cerdo vietnamita, todos ellos competencia de la Consellería de Medio Rural.
Nadie se explica cómo, en un barrio residencial de Verín como lo es esa avenida, había un vecino que residía en tales condiciones. El hedor que desprende la vivienda en cuanto se abre su puerta de entrada al edificio es totalmente nauseabundo. Por ello su titular había decidido dormir en un sofá en el patio delantero de la casa, en verano. Cuando las temperaturas bajaban, lo hacía en un pequeño automóvil.
Uno de los policías locales presentes en la operación de retirada de los animales, con 32 años de servicio a sus espaldas, declaraba a este medio que "en todo o tempo que levo no Corpo, nunca vira unha cousa tal. Barrís cheos de gusanos, cadáveres de animais, toneladas de lixo acumuladas por todas as dependencias da casa. Algo verdadeiramente indescriptible", relataba Jorge Prieto.
FOTOS: Noelia Caseiro.
"Veves" Gascón, con uno de los perros rescatados.
José Pérez Parada, con dos cachorros, saliendo de la vivienda.
